Por Luis Martínez Alcántara
La presidenta Claudia Sheinbaum anunció que su gobierno investigará el impacto ambiental y legal de los restos de cohetes Starship, pertenecientes a la empresa SpaceX de Elon Musk, que aparecieron en playas mexicanas.
La mandataria explicó que se trata de un tema que requiere revisión inmediata por las posibles afectaciones al ecosistema. Las piezas metálicas habrían caído tras pruebas de lanzamiento en Texas. Este fenómeno ha generado preocupación entre autoridades locales y organizaciones ambientalistas.
Los restos detectados corresponden a componentes desprendidos de las misiones Starship, el ambicioso programa de SpaceX para viajes espaciales. Aunque aseguró que no han provocado daños a personas, su llegada a territorio nacional ha levantado dudas sobre su legalidad, manejo y responsabilidad internacional.
Sheinbaum afirmó que se tomarán medidas en conjunto con la Secretaría de Medio Ambiente y Marina para delimitar acciones. El gobierno también evaluará si se ha violado alguna norma nacional o acuerdo internacional.
El gobierno mexicano ha solicitado informes técnicos y reportes de trayectoria a la empresa de Elon Musk y a las autoridades espaciales estadounidenses. Además, se realizará una revisión científica del posible daño ecológico, especialmente en zonas protegidas o de biodiversidad marina.
En los últimos meses, residentes de Baja California y Campeche reportaron estructuras extrañas en la costa. Las autoridades ya resguardan algunas de las piezas encontradas para su análisis.
Sheinbaum dejó claro que se buscará una respuesta conjunta con Estados Unidos para evitar que estos eventos se repitan sin regulación ni responsabilidad. La presidencia destacó que la cooperación espacial no puede ir desligada del respeto a la soberanía y al medio ambiente.
Si bien México ha mantenido una relación amistosa con empresas tecnológicas, el caso de SpaceX marca un precedente delicado. El gobierno revisará si es necesario actualizar marcos legales sobre basura espacial.
