julio 17, 2025
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MÁS DE 14 MILLONES DE NIÑOS SIGUEN SIN UNA SOLA VACUNA: OMS Y UNICEF

Por Luis Martínez Alcántara

Silenciosos, invisibles y en riesgo. Así viven más de 14 millones de niños en el mundo que no han recibido ni una sola vacuna, según la Organización Mundial de la Salud. El reciente informe conjunto con UNICEF alerta que en pleno 2025, aún existen 14.5 millones de infantes clasificados como “niños cero dosis”. Son aquellos que no han recibido ni siquiera la primera vacuna contra enfermedades como la difteria, el tétanos y la tos ferina.

La cobertura global de inmunización infantil se ha mantenido estancada entre 2023 y 2025. Pese a los aprendizajes dejados por la pandemia de COVID-19, los avances han sido mínimos y desiguales. La inequidad sanitaria sigue dejando huella en las poblaciones más vulnerables del planeta. La OMS insiste en que el número de niños sin protección básica contra enfermedades prevenibles sigue siendo “inaceptablemente alto”.

Ser un niño “cero dosis” no es solo una condición técnica: es una sentencia a vivir sin defensas. Estas vacunas no solo previenen enfermedades graves, sino también discapacidades permanentes y muertes evitables. El esquema básico recomendado por la OMS incluye inmunización contra el sarampión, la polio, la hepatitis B y más. No aplicarlas representa una deuda global que se extiende cada día.

Los países más afectados por esta brecha sanitaria son Nigeria, India, República Democrática del Congo, Etiopía y Pakistán. Estos enfrentan obstáculos que van desde conflictos armados y desplazamientos hasta pobreza extrema y desinformación. La cobertura sigue dependiendo en muchos casos de apoyo internacional y de la estabilidad política local, factores que no siempre están garantizados.

Las causas del abandono son múltiples: falta de infraestructura sanitaria, desinformación creciente y emergencias humanitarias. En muchas zonas rurales no hay caminos, electricidad ni refrigeración para conservar vacunas. A ello se suma el impacto de narrativas antivacunas que han debilitado la confianza incluso en regiones desarrolladas. La infancia no debería esperar más.

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