Por Luis Martínez Alcántara
En Tokio, Andrés Manuel López Beltrán, secretario de Organización de Morena, fue captado saliendo de la tienda de lujo Prada, ubicada en el exclusivo distrito de Aoyama. La imagen generó críticas por contrastar con la política de austeridad que promueve su partido, la Cuarta Transformación.
También fue observado desayunando en el lujoso hotel Okura junto al diputado Daniel Asaf. El hotel, uno de los más exclusivos de la capital japonesa, tiene tarifas que van desde aproximadamente 11 mil hasta 49 mil pesos por noche, según medios locales.
Estos elementos alimentaron un debate sobre la congruencia entre su estilo de vida durante el viaje y los principios de austeridad que su mismo movimiento promulga.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, fue cuestionada sobre el tema y afirmó que “el poder se ejerce con humildad”, recordando que quienes representan a Morena deben actuar con responsabilidad. Subrayó que las personas tienen derecho a viajar, pero que eso debe estar alineado con los valores y el discurso del movimiento que encabezan.
Pese a las imágenes, ni López Beltrán ni Asaf han hecho declaraciones públicas sobre el viaje o las críticas generadas. Sus portavoces señalaron que se trató de un viaje personal con motivo de vacaciones, aunque su ausencia en el Consejo Nacional de Morena provocó suposiciones y cuestionamientos sobre su compromiso con las labores partidistas.
La controversia abrió un debate más amplio sobre la congruencia entre el discurso de austeridad y el comportamiento de los integrantes de Morena. Otros personajes del partido han sido señalados por viajes ostentosos en Europa.
Sheinbaum ha reiterado en diversas ocasiones a su equipo y colegas que deben vivir en “la justa medianía”, evocando un principio central del pensamiento político y moral que el movimiento ha promovido.
