octubre 10, 2025
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La Casa Blanca critica la elección del Nobel de la Paz “en lugar de Trump”

Por Redacción:

Washington, D. C., 10 de octubre de 2025. La Casa Blanca arremetió contra el Comité Noruego del Nobel tras anunciarse que el Premio Nobel de la Paz 2025 fue otorgado a la dirigente opositora venezolana María Corina Machado y no al presidente Donald Trump. En mensajes públicos, el director de Comunicación, Steven Cheung, acusó al Comité de “poner la política por encima de la paz” y aseguró que el mandatario “seguirá alcanzando acuerdos de paz, poniendo fin a guerras y salvando vidas”. Diversas crónicas señalan que la molestia oficial se enmarca en el activismo de la Casa Blanca para capitalizar recientes iniciativas diplomáticas, incluido el alto al fuego en Gaza.

El posicionamiento se produjo minutos después de la ceremonia de anuncio en Oslo. Según Reuters, funcionarios insistieron en que la mediación internacional de Trump fue subestimada por el Comité, que prefirió reconocer a una figura de oposición en Venezuela. En paralelo, coberturas en Newsweek y El País registraron el hilo de Cheung en X —“política sobre paz”— y el relato de que el presidente había cabildeado activamente por la distinción este año.

Mientras tanto, las agencias internacionales confirmaron el laurel para Machado, destacando su liderazgo frente al gobierno de Nicolás Maduro y el énfasis del Comité en la defensa de la democracia y los derechos civiles. La decisión generó reacciones cruzadas: mensajes de respaldo desde organismos multilaterales y críticas desde aliados de Trump, que denunciaron sesgo político contra el presidente estadounidense.

En el tablero geopolítico, la polémica también resonó fuera de Washington. La AP reportó que Vladimir Putin elogió los esfuerzos de Trump “aun sin el Nobel”, al tiempo que cuestionó el criterio del Comité en ediciones recientes. Ese guiño, sumado a la narrativa de “méritos ignorados”, alimentó un discurso interno en la Casa Blanca: si el proceso de Oslo no reconoce la “diplomacia real” —argumentan—, la administración se volcará a mostrar resultados en el terreno (Gaza, intercambios de rehenes y alivio humanitario) como validación alternativa.

Detrás de la queja hay cálculo político. Analistas citados por The Guardian interpretan que el equipo de Trump buscó alinear tiempos: anunciar avances en treguas e intercambios de prisioneros en Medio Oriente en la ventana previa al Nobel, con la expectativa de que ese “momento” inclinara la balanza. La decisión de Oslo —según esa lectura— frustra la narrativa de premio inmediato a la “paz por resultados”, y devuelve el foco a la defensa de la democracia como eje del galardón 2025.

Más allá del choque retórico:

  • Quién ganó y por qué: Machado fue distinguida por “su resistencia cívica y la defensa de elecciones libres” en Venezuela, un país en crisis prolongada. Reuters describe que su activismo, pese a proscripciones y riesgos personales, fue central en la justificación del Comité.
  • Qué dijo la Casa Blanca: “Política por encima de la paz”, escribió Cheung, reivindicando el rol de Trump en cese al fuego y acuerdos internacionales; en paralelo, voceros y figuras cercanas al presidente replicaron el mensaje en entrevistas y cadenas conservadoras.
  • Cómo se leyó fuera: Medios europeos y latinoamericanos coincidieron en que la reacción oficial buscó convertir la derrota simbólica en combustible doméstico, mientras seguían en directo las primeras horas de la tregua en Gaza y los movimientos humanitarios asociados.

El desencuentro reabre un debate clásico sobre el “criterio Nobel”: ¿premiar logros tangibles (acuerdos firmados, guerras detenidas) o procesos cívicos que moldean las condiciones de paz (resistencias democráticas, libertades, derechos humanos)? Al escoger a Machado, el Comité apostó por lo segundo; al criticar, la Casa Blanca reivindicó lo primero, con el agregado de que su narrativa electoral precisa hitos convertibles en prestigio global. En los próximos días, la administración intentará llenar ese vacío simbólico con imágenes de convoyes humanitarios, liberaciones escalonadas y reposicionamientos militares, todo bajo la premisa de que “los hechos superan a los premios”.